Los Reyes Magos escribieron una petición a las niñas y los niños: no envíen sus cartas en globos porque contaminan la naturaleza y los animales pueden comérselos al pensar que son comida.
“Los globos en los que envían sus cartas se desinflan en poco tiempo y contaminan nuestro planeta, los animalitos los confunden con comida y resultan afectados”, explicaron en una misiva publicada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Melchor, Gaspar y Baltazar sugirieron dejar las cartitas dentro de un zapato junto al árbol de Navidad o enviarlas por correo. En las 337 oficinas postales del País se instalaron buzones navideños con este fin.
✨ ¡Se acerca el día!
Los #ReyesMagos 👑 te piden que no envíes tu cartita por globo este año, ni los próximos. 🚫🎈
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— SEMARNAT México (@SEMARNAT_mx) January 4, 2022
Se puede comprar un kit que contiene una estampilla postal conmemorativa de la Navidad y una carta-sobre. Su precio es de 17.50 pesos. El envío de una carta nacional cuesta 7.50 pesos, informó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Las misivas tienen que enviarse a la calle Estrella de Belén 6, colonia Nieve, Alcaldía Polo Norte, C.P. 00695. Deben contener los datos de los remitentes: nombre completo, calle, colonia, número interior y exterior, alcaldía y código postal.
Los tres Reyes Magos responderán las cartitas que contengan los datos correctos.
¿Por qué no enviar globos?
Cada 6 de enero se festeja el Día de los Reyes Magos en México. Originalmente, la tradición indicaba que un día antes las niñas y niños dejaban sus cartas en sus zapatos para que al despertar encontraran regalos junto al árbol de Navidad.
Sin embargo, hace unas décadas surgió otra costumbre que la Semarnat califica como “antiecológica”: enganchar los escritos a globos de plástico para liberarlos rumbo al cielo.
Son de un solo uso y caen hasta miles de kilómetros lejos de donde fueron soltados. Pueden obstaculizar el vuelo de las aves, señala la institución. Sus patas y otras partes suelen enredarse en los hilos que sujetan las cartas, en especial cuando caen sobre árboles.
Un globo de látex tarda hasta cinco meses en degradarse, mientras que uno de poliuretano toma hasta 450 años. Si terminan en el agua, pueden contaminarla porque contienen químicos. También afectan a los suelos, indica la dependencia.
Ya que es factible que caigan sobre algún cuerpo de agua, animales como peces, tortugas y mamíferos acuáticos ingieren los globos porque los confunden con algas, medusas u otros alimentos. Si lo hacen, pueden morir asfixiados o por inanición porque su tracto digestivo queda obstruido.
Abel Vázquez Barrera
Agencia Reforma
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