Transporte y logística, perspectivas 2024

México se mueve. Siempre lo ha hecho y en este 2024, se moverá aún más.

En nuestro país existe una amplia infraestructura en vías de comunicación, tanto aéreas como terrestre, que, aun con sus áreas de oportunidad, tiene la capacidad de mover mercancías y productos más que cualquier país de la región.

De acuerdo con el reporte global de competitividad 2019, México posee la más grande red de infraestructura en América Latina y la segunda economía más competitiva ( solo por debajo de Chile).

Tan solo en 2022, el sector público y privado en el país tenían programada una inversión de casi 800 mil millones de pesos, destinada a la modernización y construcción de obras carreteras, puentes y autopistas.

Antes de la emergencia sanitaria, que prácticamente paralizó al sector transportista, en México se movilizaron más de 900 millones de toneladas de carga en los más de 807 mil kilómetros de infraestructura carretera, esto tan solo en el interior del país.

Pero las materias primas, productos y mercancías debieron provenir de alguna parte, o de muchas. El comercio marítimo y las mercancías que se mueven a nivel mundial acaparan más del 80 por ciento del transporte. Una vez que llegan a puerto, gran cantidad de dichas mercancías, son transportadas a terminales logísticas distribuidas estratégicamente en México.

En Hidalgo, la Terminal Logística Intermodal, mejor conocida como “puerto seco”, es un proyecto integral en crecimiento, que tiene como misión: “Ofrecer la mejor opción de servicios a la carga dentro de la red de transporte global para el comercio internacional de México y en particular el comercio generado en la región del Valle de México, incluyendo Ciudad de México”.

Pese a la contracción económica pospandemia, para 2024, el transporte de carga presenta un panorama discretamente alentador, impulsado por causas multifactoriales como económicos, tecnológicos y medioambientales, que se reflejaron en el alza de ventas en las unidades de carga pesada al menudeo, alcanzando las 4 mil 460 unidades durante septiembre de 2023, al tener un incremento de 33.8 por ciento contra igual mes del 2022, y 30.2 por ciento respecto a septiembre de 2019.

El anuncio de nuevas inversiones industriales en la región centro del país, pero principalmente en el norte de México, deben ser una importante oportunidad para transportar los materiales para levantar dichas estructuras, con unidades de largo alcance, pero también para las Pymes que requieren unidades de “última milla” para la entrega de mercancías.

Pero no todo es miel sobre hojuelas. A la par de estas perspectivas de crecimiento del sector, existen retos importantes como el déficit de conductores especializados y calificados en transportes de carga pesada.

De acuerdo con datos de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), “la falta de operadores en México puede traducirse en hasta el 30 por ciento de lo que se necesitaría, eso implica que 10 por ciento de la flota esté parada. Un factor en la escasez de conductores es que hay pocos jóvenes que se interesan por este trabajo. Según el informe de la Organización Internacional para el Transporte por Carretera, más conocida como IRU, menos del 7 por ciento de la población de camioneros son jóvenes, aunque en México y China las cifras son alentadoras, con 19  y 17 por ciento  de jóvenes camioneros, respectivamente.

Así pues, para este 2024, el transporte de cara en México, presenta un panorama positivo, alentado por el crecimiento económico, la modernización, aunque insuficiente, de la infraestructura y la integración de tecnologías en las empresas transportistas, de tal suerte que aquellas que puedan adaptarse a este panorama y capitalizar las oportunidades, estarán en posición para avanzar en este cambiante y pujante sector.